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Cómo pueden los líderes aprovechar la inteligencia colectiva
La empresa a que aspiramos en el siglo XXI es la que refleja el pensamiento crítico, puntos de vista, responsabilidades de sus diversos colectivos. Que aprovecha el valor de la inteligencia colectiva de diferentes perfiles profesionales, edades, situaciones sociales y económicas…, para servir al bien común. Te invitamos en este artículo a mirar al capital humano como el engranaje principal para convertirse en una organización más inclusiva y eficiente.
El método del Codesarrollo profesional con el que trabajamos se basa en la presunción de que, individualmente, cada persona aplica una serie de métodos aprendidos para trabajar y buscar soluciones. Trabajar en equipo bien liderado, se enriquece con otros puntos de vista, debates, retos… que le llevan a ampliar su visión y sus habilidades.
El modo en que los grupos coordinan sus esfuerzos es uno de los principales indicadores de inteligencia colectiva: los que han aprendido a hacer de ella un factor competitivo más, saben delegar tareas en aquella persona que mejor las realiza, supervisan juntos que el proceso está bien engranado, están atentos a la comunicación no verbal…
Aunque este tipo de inteligencia va más allá. Hace referencia a los comportamientos inteligentes que surgen gracias a las interacciones entre los miembros de un grupo y que superan la suma de sus partes. El descubrimiento de la inteligencia colectiva ha abierto estructuras mentales asentadas: los grandes grupos son más inteligentes que las minorías selectas.
Cómo poner en marcha la inteligencia colectiva
¿Y cómo iniciarse en esta nueva revolución?
Algunos organismos como el MIT Center for Collective Intelligence, se centran en los cambios organizacionales que posibilitan las nuevas tecnologías. Consideran que la interacción ordenadores-humanos va a aportar nuevos conocimientos científicos y nuevas prácticas sociales y corporativas. Al modo en que ya han cambiado el mundo Wikipedia, las plataformas de crowdfundingo la democracia deliberativa.
En algunas empresas, ya existen algoritmos que buscan cómo resolver las dudas de los empleados en la base de datos, o los dirigen al profesional más adecuado para responderlas, al que además se incentiva para que incorpore sus respuestas, mientras aprenden durante el proceso.
Las empresas de diseño industrial ya han aprendido que la diversidad aumenta la inteligencia colectiva: opiniones y creencias distintas ayudan a tener una visión más amplia y encontrar nuevas soluciones de diseño.
Empresas innovadoras ya están introduciendo patrones colaborativos de trabajo, para que los empleados empiecen a habituarse a ellos. Se incentiva la participación mediante estímulos y el reconocimiento, la interacción informal y diversa. En nuestra solución para construir equipos comprometidos, trabajamos la colaboración y la transversalidad para superar silos, ayudamos a crear relaciones de confianza, orientadas a retos de cambio. Para aprovecharse de la inteligencia colectiva, hay que crear buenas bases.
También empieza a impulsarse la auto-responsabilidad en los procesos de aprendizaje: que cada trabajador/a sea capaz de detectar sus carencias para por ejemplo utilizar eficientemente datos y conocimientos que le permitirían avanzar en su trabajo, o habilidades sociales/emocionales. Pero también, como empresa, en compartir aprendizajes de los errores cometidos, observatorios temáticos, foros de debate, etc.
Hemos visto dinámicos planes de intercambio de ideas con amplia participación, porque son divertidos o de gran ayuda. Cómo se incentivan proyectos de emprendimiento personal, con los que los trabajadores puedan desarrollar sus propias ideas en la empresa.
La inteligencia colectiva está en la base de la open innovation, innovación basada en sinergias, y la sharing economy, creadora de plataformas digitales como MetaDecidim, Blablacar… Tiene más que demostrada su eficiencia, pero para hacerse con ella, hay que cambiar la mentalidad.
Las compañías del Fortune 500 pierden 31.500 millones de dólares al año por no ser efectivas a la hora de intercambiar conocimientos. (Bloomfire)
Inteligencia colectiva ante los retos del liderazgo
Los precursores de la inteligencia colectiva aplicada a la empresa defienden que la clave está en fomentar el espíritu crítico individual, para crear un gran tejido de inteligencia humana colectiva. Se necesita una sociedad despierta, capaz de filtrar lo relevante entre tanta desinformación.
Se busca en las personas curiosidad, iniciativa, ese motor que lleva a no conformarse, a querer saber más, cómo llegar de otro modo a un resultado, aprender de otros. Se valora la tenacidad suficiente para avanzar por un camino iniciado, manteniendo la capacidad de adaptarse a variaciones y cambios a medida que se llega a nuevos descubrimientos. Todo esto, enmarcado en una conciencia social, nueva para generaciones de trabajadores educados en el individualismo.
Se forman nuevos líderes con altos conocimientos tecnológicos, amplia evolución personal, abiertos a las ideas de equipo, a la escucha, a la transparencia, al aprendizaje continuo. Buenos organizadores de recursos, motivadores, que se centran en su equipo y no en sí mismos. Y, en especial, que buscan la solución colectiva a los problemas.
Evolucionar hacia un liderazgo colectivo ha de asentarse en cuatro principios básicos:
El intercambio abierto y colaborativo de ideas: crea espacios físicos o virtuales en que se aporten ideas para crecer, solucionar, resolver, elegir… Todo, desde el mobiliario, los horarios, las dinámicas de trabajo…, puede decidirse a partir de la aportación creativa de los interesados.
La diversidad de opinión: es imprescindible que participen todos en igualdad de condiciones. Que se sientan cómodos en aportar ideas tanto el recién empleado como el personal de recepción, colaboradores externos, etc. Ha de haber un intercambio cómodo y fluido.
Actuar globalmente: en un mercado global es imprescindible valorar las aportaciones y los costos universales de cada decisión, enfocarse en ventas multiculturales, trabajar con equipos internacionales. La inteligencia es, hoy, colectiva; el devenir de una empresa, internacional.
Aprendizaje colectivo: el intercambio continuo de conocimientos enriquece al grupo y procura que estos conocimientos se queden en la empresa, cuando algún miembro se va.
Inteligencia colectiva es en definitiva la capacidad para autoorganizarse y demostrar mayor capacidad cognitiva. Tomar decisiones en grupo, obtener acuerdos, alimentarse de fuentes y conocimientos diversos, motivarse mutuamente. ¿Por qué no empiezas por desarrollarla para detectar qué funciona y qué no en el proceso de implantarla? Deja que tu equipo aporte las ideas de cómo hacerlo.
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