Un futuro verde, digital, inclusivo y social

Los años de bonanza en los que podíamos adaptar paulatinamente la empresa a las transformaciones sociales y tecnológicas, han finalizado. Las empresas supervivientes de la pandemia, o se reconvierten según los criterios establecidos por Europa para la recuperación económica, o desaparecen. 

El Plan y el Fondo de Recuperación y Resiliencia, Next Generation, son la respuesta europea al cambio disruptivo que ha venido a transformar el planeta, en forma de pandemia. Sus propuestas son la evolución de proyectos en marcha en diversos países, y de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Según ellos, ¿qué necesitamos para crear futuro?

• Eficiencia: modernizar los modelos productivos.
• Un nuevo contrato social que preserve el estado de bienestar, cierre brechas sociales e incluya en el mercado fuerzas valiosas como mujeres y jóvenes.
• Asegurar la sostenibilidad medioambiental y la calidad de vida.

En Europa, por tanto, los próximos años vamos a disponer de un volumen importante de recursos para modernizar la economía de forma que sea verde, digital, inclusiva y social. Sin embargo, va a ser un gran acuerdo de país y la adaptación de cada uno de nosotros al futuro que queremos, los que lo logren. ¿Estamos listos para que cuenten con nosotros?

Recuperación, transformación y resiliencia para cambiar el mundo

El Plan propone 10 políticas palanca de reforma estructural para lograr el pretendido crecimiento sostenible e inclusivo. Que son:

1. Las ciudades y los pueblos tienen un papel activo en el fomento de la competitividad y la calidad de vida. Todos, instituciones públicas, empresas, ciudadanía, debemos contribuir a hacer de ellas espacios inclusivos, agradables, inteligentes y dinámicos. Toma nota: los ciudadanos van a pedir cuentas en este sentido a las empresas y organismos.
2. Infraestructuras y ecosistemas resilientes ante nuevas demandas y retos: alertas, adaptación climática, renaturalización y de-construcción son palabras clave. También, economía circular para la eficiencia material y el aprovechamiento de los recursos.
3. Invertir en el enorme potencial de la energía renovable para reforzar la competitividad. La transición energética empresarial pasa a primer plano.
4. Una Administración para el siglo XXI.
5. Modernización, sostenibilidad y digitalización del tejido industrial y de la pyme.
6. Pacto por la ciencia y la innovación: “la ciencia ha demostrado ser palanca esencial en los planes de reconstrucción y en la capacidad de respuesta frente a futuras crisis”. La inteligencia artificial va a ser una de las niñas mimadas.
7. Educación y conocimiento, formación continua y desarrollo de capacidades: hay que invertir coordinadamente en nuevas oportunidades laborales, capacitar a la sociedad para construir el futuro que queremos, facilitar la transferencia de capacidades. Todos en la empresa, desde el directivo al repartidor, tienen que replantearse su trabajo (¿sabes, por cierto, que ya se está invirtiendo en robots que distribuyan paquetes por las calles?). Empieza a habituarte a estas dos palabras: upskilling y reskilling.
8. Un mercado de trabajo dinámico, resiliente e inclusivo, con mecanismos de ajuste interno de las empresas que se nutran de la experiencia acumulada durante la pandemia. nuevos instrumentos para la integración y activación de trabajadores, la creación de un Fondo para la generación de nuevo empleo, el despliegue del Ingreso Mínimo Vital (IMV), “itinerarios de inclusión” … Vamos a ver muchas novedades.
9. La industria cultural, audiovisual (especialmente videojuegos) y el deporte van a ser especialmente preservados, por su importante papel económico y social. Va a ser un buen momento para emprender en este sector o plantearse patrocinios. En deporte, en concreto, se van a potenciar los encuentros empresariales, los grandes acontecimientos y el turismo deportivos. Deporte y empresa deben crear sinergias.
10. Modernización del sistema fiscal para un crecimiento inclusivo y sostenible: se van a replantear las figuras impositivas, el universo de bonificaciones y seguir el ejemplo de las mejores prácticas internacionales.

Vamos a dar lo mejor

¿En qué debe enfocarse, por tanto, la empresa?

• En acelerar su transformación tecnológica y digital, reforzando las competencias y la productividad de sus trabajadores. Todos hemos sido testigos de cómo las telecomunicaciones han salvado el anómalo 2020.
• La ciberseguridad, la economía del dato, la inteligencia artificial y toda tecnología que impulse la segunda oleada de digitalización.
• En la creación de empleo digno y estable deslocalizado, que contribuya a la cohesión social y territorial y acelere la transición ecológica.
• Un clima laboral intergeneracional que cuente con la visión innovadora de los jóvenes, las habilidades mediadoras de las mujeres y colectivos infrarrepresentados en el mercado laboral.
• El fomento de una economía circular que favorezca el cambio de hábitos y un comportamiento consciente de los consumidores.
• Desarrollo de nuevos modelos de negocio y de innovación social.

Nos esperan grandes retos, pero también grandes oportunidades. Es hora de poner en marcha la inteligencia colectiva, desarrollar nuevas habilidades de liderazgo que nos permitan crear equipos flexibles, enfocados a resultados y desarrollar organizaciones saludables, en las que cada miembro aporte lo mejor de sí mismo porque hemos logrado crear el entorno de equilibro que deseamos.

Este es uno de nuestros objetivos en Cataliza, acompañar a las personas y las organizaciones en sus procesos de transformación, porque creemos que una sociedad mejor, es posible.